martes, diciembre 24, 2019

Cascada

La madrugada pide meditación,
canto de las aves para despegar.
Tanto ángeles y demonios enseñan,
todos rezamos a nuestra manera.

Sacrificaría a algunos inocentes,
todo por tomar la ansiada ambrosía,
el fuego de sus caderas es la fuente,
beber pequeños sorbos, que sea inagotable.

La cascada sigue abrazando mi ser,
tan solo hay pasajeros del tiempo.
He dado grandes paseos por el cosmos,
aun no se muestra la estela a seguir.

Búsquedas sin indagación ni premuras,
a través del placer y goce de la vida,
brindando bendiciones y alegrías,
rasgando velos entre dimensiones.

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