Vista ensangrentada,
veo mas allá de tu ser,
encuentro tu alma,
corroída, no-viva.
Sientes cómo entro en tu mente,
como escarbo en pasajes oscuros,
recuerdos amargos desatados,
locura amarrada en tu ser,
no te deja ser lo que eres.
Dolor de cabeza fulminante,
sentimientos encontrados,
amor, odio, temor, placer.
Ya no hay nada más que hacer,
liberada estas de tu antiguo ser.
Vuela libre por la ciudad,
vuela libre entre las tinieblas.
Cuando tu cuerpo está cerca del mío
no puedo evitar que se esfume la realidad.
Poco a poco viajo a un mundo desconocido,
lleno de deseos y pasiones ocultas.
Los cuerpos se rozan,
las manos se tocan,
esos lugares precisos,
lugares para incendiarnos.
Pasión, locura, deseo,
es lo que buscamos.
Solo eso,
nada más.
El amor paso a segundo plano,
se olvido en los recuerdos,
se hundió en el mar de ilusiones.
Arrepentimiento, culpa,
algún día llegarán,
tarde o temprano todo acabará.
La noche llega,
impregnada de recuerdos,
recuerdos en aquellos cuerpos.
Que jamás nunca volverán,
que jamás se encontrarán.
Encerrado una vez más...
Cuatro paredes blancas,
iluminan mi demencia.
El piso y el techo negros,
recuerdan mi consciencia.
De pronto un sonido...
¿Eres tu verdad?
no había respuesta.
¿Eres tu verdad?
silencio en la pieza.
De pronto todo se tornaba oscuro,
un sentimiento muy familiar.
Sentí como te acercabas,
como me mirabas.
Sabia que me encontrarías...
¿Por qué sangran tus mejillas?,
¿Estas llorando cómo aquellos días?
Me acerco hacia ella,
no hay respuesta.
La abrazo fuertemente,
silencio en la pieza.
El calor había desaparecido,
comenzaron a caer gotas de sangre,
nuevamente, llanto incontrolable.
Bebí de estas tiernamente,
no hay respuesta.
Bese sus mejillas frías,
silencio en la pieza.
Poco a poco fui acabando,
no había más lágrimas,
no había más sangre que derramar.
Dormiste en mis brazos una vez más,
no hay respuesta.
Sentiste el calor de tu hermano Renard,
silencio en la pieza.
Mi mirada oculta un deseo...
Bebe mi sangre como has tomado mi cuerpo,
roba mi alma como has robado ya mi corazón.
Si, ese corazón que alguna vez latió y hoy se detiene,
Se detiene a observar que ocurre con tu ser,
entender un poco de aquel dolor.
Gélido está,
porque todo su calor te lo ha entregado.
Feliz está,
por que por fin amor ha encontrado.
Llorando está,
porque no encuentra solución a tu problema.
Esperando está,
que acabe el tiempo,
sus felicidades y odiosidades,
para asi todo renovar.
Me diste vida en la oscuridad,
ahora yo también tengo algo que entregar.
Acabando el día,
el bufón despierta.
Sale en la noche a buscar,
gente para hacer reír.
Horas y horas ríen,
nadie sabe lo qué pasa en él.
A nadie le interesa qué piensa,
qué siente, qué quiere para ser feliz.
Pero ellos ríen eso importa,
su felicidad momentánea,
su felicidad instantánea.
Creando risas el bufón llora,
pero nadie lo nota.
Carcajadas solo se escuchan,
y nadie sabe más de nada.
Al término de la noche,
el bufón llega a su casa.
Se quita su maquillaje,
se sienta en su cama,
bebe un trago de vino,
llora por su infeliz destino.
Antes de cerrar sus ojos,
antes de entrar en sus sueños,
piensa...
"El show debe continuar..."
Todos buscan en su interior,
Tratan de eliminar el ardor.
Ese ardor del corazón,
que solo se quita con el perdón.
Perdonar es arrepentirse,
es algo que nunca quisiste.
Pero ahora buscas en ti,
la vida que siempre soñaste,
solamente... vivir.
Tu insanidad mental crece,
alucinas con hadas y princesas.
Esa insanidad mental,
que pocos se merecen,
simplemente los valientes.
Locura, deja que inunde tu alma,
pero nunca mientas, solo ama.
Amar, es algo tan difícil de explicar,
una cosa mi princesa te puedo dar...
Locura, sabiduría y pasión,
por la eternidad entregar.
Una noche más,
mirando desde mi balcón
a esta gran ciudad.
No es necesario ocultarme,
la gente camina sin rumbo,
nadie nota mi presencia.
Todos son iguales,
preocupados de banalidades,
caminan sin un norte.
Alguien llama mi atención...
"Es hermosa aquella rosa"
Susurre.
Una joven muy extraña en un tejado...
Me ofusco para que no me vea y me oculto a su lado.
"Hola, quién eres?"
Me dijo.
Asombrado respondo.
"Cómo notaste mi presencia?"
Ella sonríe con un poco de timidez.
"Eres muy diferente a los demás, cómo no notarte?"
Me senté y prendí un cigarrillo...
"Me llamo Renard Blanc... y tú eres?"
Me mira a los ojos... que bellos ojos.
"Solo dime Amelie..."
Miro al cielo y le pregunto.
"Por q estas aquí alejada de todos"
Se sienta a mi lado y responde.
"Siento q en este mundo no hay lugar para mi"
Una carcajada sale de mis profundidades demenciales.
"Jajaja, si supieras en el mundo en que vivo hay lugar para personas como tú..."
Paso un minuto de silencio.
"Querías saltar verdad?"
Se puso tensa, se paró y me miró con una locura inmensa ...
Reía dementemente ...
"Si... no hay razón alguna para que siga con vida,
ni siquiera en ese mundo que nombras hay lugar para mi"
Apagaba mi cigarrillo cuando ella saltó al vacio...
Maldición saltó!...
Me lanzo lo mas rápido que puedo,
mientras caía logro alcanzarla en el aire y le susurro...
"Pero a mi lado si habrá un lugar para ti..."
+ Primera Abrazada... Amelie Lenore de Jocelyne Madison +
Mis manos acarician tu cuerpo,
saciando todos tus deseos.
Extasiado mirando tu ser,
excitada te voy a tener.
Entre mar y cielo de sueños,
te tendré ardiente de sed.
Placer inunda a esta luna,
noche loca y apasionada.
Destellos vuelan en mi pieza,
somos una llama eterna.
Candente y desenfrenada,
encuentras aquella calma,
cuando esto acaba.
Ahora te veo en mi cama,
que bella eres mi dama.
Aun mantenemos aquel calor,
después de haber hecho el amor.
Impregnado tu aroma en mi piel,
aun recuerdo tu cuerpo en mi ser.
Apasionada noche de placer y amor,
nuestros cuerpos desnudos sin pudor.
Ardiente en deseos de caricias precisas,
para poder llevarte a un éxtasis constante.
Yo quiero ver,
tu cuerpo ceder.
Excitado y empapado,
totalmente anestesiado.
Hacerte sentir,
en el cielo vivir.
Aquella noche hermosa,
te has abierto como una rosa,
que mientras nace provoca,
cuan bella imagen asoma.
Tu ser en mi cuerpo,
por siempre te siento,
cada noche ardiendo,
en deseo eterno.
