Gotas de sangre,
camiman lento.
Sin apuro alguno,
tampoco atrasado.
Un sonido lejano,
corazon palpitando.
Tambores marcando,
aquella melodia corporal.
Un golpe profundo,
no causa dolores.
Solo risas con rencores,
ha nacido la venganza.
La noche nos da el abrigo,
para concretar la matanza.
Guarda secretos infinitos,
asesinatos antes del alba.
Que tiene su mirada,
me inunda de ganas.
Tomarla lentamenta,
besarla por completo.
Pero no corresponde,
un vuelo a media tarde.
Sonrisa demencial,
las nubes dan vueltas.
Planeando maneras,
de seguir en el aire.
El cerebro estalla,
huyes de la escena.
Brindo por la vida,
como ocurren las cosas.
Por su gracia extraña,
y apariciones en sueños.
La tinta baila sola,
pluma reveladora.
Llena de sangre,
historia errante.
Dime que sientes,
tus labios profundos,
furiosos en la mente,
perdiendo el rumbo.
Sientir tu alma,
explotando lento,
tirada en la cama,
bebiendo un anhelo.
Piel reacia al cambio,
oscurece con los años.
La penumbra acoge,
elementos etereos.
Desaparecen las nubes,
la luna le robo al cielo.
Las estrellas la juzgan,
el sol ha sentenciado.
Cronica anunciada,
una muerte poetica.
Vagabunda profecia,
espera dulce nicotina.
Aun esta incrustado,
el metal a la mitad.
Se fundio en mi pecho,
herida permanente.
Sangramiento lento,
no lo detiene el tiempo.
Imposible de quitar,
siempre busca el centro.
Un dolor cotidiano,
sin peso alguno.
A veces me molesta,
a veces me agrada.
Pero no me suelta,
me atrapa sin sentido.
Necesito destruirlo,
pero desapareceria.
Contrariedades,
conflictos ciclicos.
Que puedo hacer,
no existe manera.
Desquiciada tortura,
condena sabor a miel.
Juegos electricos,
recorriendo mi piel.
Palabras sin sentido,
entrelazadas por un rio.
Callejones sin rumbo,
no hay principio, ni final.
Jardin oculto en la ciudad,
esperando aquel mañana.
Siempre mirando del balcon,
como guardian de emociones.
Si tan solo un instante,
un pequeño segundo,
tuviera la ambrosia,
beberla lentamente.
Y moriria tranquilo,
viviria completo.
