viernes, agosto 20, 2010

Ícaro


Creaste de la nada alas,
buscabas el cielo alcanzar.
El vuelo nunca es completo,
destino de ser terrenal.

Aun sabiéndolo te alzabas,
directo al sol amenazante.
Sentiste sus rayos en tu cara,
tocaste nubes llenas de sal.

Tu piel se vuelve morena,
la cera ardiendo te quema.
Se destroza tu creación,
caes al abismo oscuro.

Tranquilo Ícaro,
tan solo es muerte,
el paso a una vida mejor,

agradece a los dioses tu tesón.

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