jueves, agosto 19, 2010

Calíope


Cortas las hojas del pasto,
buscas la forma de no caer.
Te muestras sin pensarlo,
pero ya no puedes evitarlo.

Ríes junto al bufón demente,
tu locura se funde lentamente.
Te hace vibrar como lo hizo ayer,
esperas impaciente el movimiento.

Te dejas acariciar tu pelo,
aprovechando todos los roces.
Si no queda nada en la ciudad,
vuelve a recordarlo en tus ojos.

Al encuentro de antiguos locos,
le siguen aventuras novedosas.
Tiempo para la reina de las musas,

retomando el trono de poesías épicas.

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