sábado, agosto 28, 2010
Faroles
Los faroles de esas calles,
me traen momentos idos.
El piso que aun tiene huellas,
de lo vivido hace tantos años.
Tan lindo es rememorarlo,
el lugar escondido para dos.
Todo era tan fácil y sencillo,
no imaginamos estar lejanos.
Al otro lado del mundo caminas,
mientras aquí resisto prejuicios.
Frío ya no molestas como antes,
porque eres parte de mi identidad.
Acompañado de mi mejor amigo,
un cilindro cancerígeno nicotínico,
mientras éste continúe ardiendo,
entregándome su amargo placer,
mi mente juguetea con fantasías.
Dolor que sigue siendo masticado,
pero aunque a veces desaparece,
vuelve como un niño testarudo,
que reclama por sus caprichos.
No es no dejar el pasado atrás,
tan solo es la mejor musa bendita.
A pesar que a tantas millas respiras,
eres la que ordena mi panal de ideas.
No me importa el perdón de los demás,
solo quiero que mi relato sea acertado.
Por esto dejo completa la transición,
retomando un nuevo proyecto de vida.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario