
Estoy frente a tu puerta,
protegiendo tus sueños.
No me verás tras el umbral,
me mantengo invisible a ti.
Aunque aun puedes sentir,
un definido aroma de piel.
Tragas crema de estrellas,
tus pensamientos aclaran.
A veces te me cruzas,
sin perder mi rumbo,
sigo adelante sin mirar.
Vuelvo a desaparecer,
me desvanezco otra vez.
Soy un cainita errante,
maldita divinidad.
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