viernes, agosto 29, 2008

Oda al Asesino


No puedo detenerme,
quiero su sangre,
deseo su esencia,
apago sus luces.

Cansado y manchado,
vitae repugnante,
aroma de victoria,
marca maldita.

Desquiciado y Vil,
humanidad ciega.
Dios esta sordo,
Lucifer mudo.

Golpeando el espejo,
nudillos destrozados,
no hay dolor alguno,
todo ya desaparece.

Cortando sus alas,
sacando sus ojos rojos,
desgarrando sus almas,
mares de su ambrosia.




No hay comentarios.: