La luna llena algunos ahuyenta,
a otros nos busca, llama y alienta.
A seguir en la apasionante no vida,
continuar disfrutando del rebaño.
La poca vitae que transita en mi cuerpo,
aguarda alerta en noches primaverales.
Donde muchísimas ovejas salen a pasear,
pero pocas son las que vuelven al hogar.
La trastornada condena del vampiro,
por causa de un padre revolucionario.
Facilita la caminata de algunos sabios,
para existir entre tormentosas visiones.
Las redes de la locura se extienden,
cada vez que nuevos chiquillos llegan.
Esa frecuencia que este mundo necesita,
tan solo algunos son capaces de sintonizar.
La verdad nos hará libres,
la demencia nuestra garantía.
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