domingo, junio 20, 2010

Revolución


Un torbellino delata la penumbra,
una fogata que no cesa de crecer.
Es un camino con ningún horizonte,
así es la vida que quiero mantener.

Toneladas de colores se reparten,
entre líneas de palabras entender.
Mas te veo en arcoíris delirantes,
aquel tiempo me llama a nacer.

No hay nada que me detenga,
revoluciones por la piel.
No hay nada que me detenga,
acaso no lo puedes ver.

La nueva vida que ha sido regalada,
esos instantes convertidos en placer.
Encrucijadas de las cartas asomadas,
adivinanzas que no puedes resolver.

Con un manto de niebla se protegen,
una luna ya no entrega mas saber.
Es la historia de cascadas relucientes,
que te bañan toda el alma a ennoblecer.

No hay nada que me detenga,
revoluciones por la piel.
No hay nada que me detenga,
acaso no lo puedes ver.

Arcoíris delirantes,
convertidos en placer.
Cascadas relucientes,
que me llaman a nacer.

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