sábado, noviembre 12, 2005

Noche Eterna


Poco a poco comienzo a desnudarte,
con aquella mirada fulminante.
Lentamente te entregas a la pasión,

seducción ardiente sin pudor.

Sientes mis manos recorrer tu cuerpo,

sin decir ni una sola palabra,
te entregas en deseo.

Susurras a mi alma,

que me entregue con calma.
En cada segundo,

nos decíamos sin murmullo,

sin hablar, ni gritar,

queremos mucho más!


Tiempo tenemos de sobra,

es la llama eterna que asombra.

El calor de nuestros cuerpos ilumina,

la noche oscura que calienta,

aquella sangre con locura enferma.

Por nuestros cuerpos que tanto desean,

hacer el amor esta noche eterna.




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