martes, septiembre 23, 2008
Sed de la Espada
Tengo el alma envenenada,
resina de sentimientos perdidos,
oscuridad que abriga desposeidos.
Me niego a morir asi,
va contra mi naturaleza,
soy un cazador, un guerrero,
que purifica la maldita ciudad.
Siempre tomare la espada,
cortare sus entrañas,
los devolvere al tartaro,
donde preferiran estar.
Es inevitable detenerme,
mi cuerpo lo pide con deseo,
destazar a aquellos sin forma,
admirar como gritan y lloran,
como crece aquella fama,
una que no interesa al simple mortal.
Vamos que estoy listo,
mis armas estan sedientas,
mis ojos cerrados, tranquilo,
escuchando sus pasos temerosos.
[ De vuelta en el juego... ]
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